Mi vid@ on-line...

viernes, 21 de marzo de 2008

A CIERTA EDAD....

Dicen algunos que, a cierta edad, después de los cuarenta, nos hacemos invisibles, que nuestro protagonismo en la escena de la vida declina, y que nos volvemos inexistentes para un mundo en el que sólo cabe el ímpetu de los años jóvenes.

Yo no sé si me habré vuelto invisible para el mundo, es muy probable.
Pero nunca como hoy fui tan consciente de mi existencia, nunca me sentí tan protagonista de mi vida, y nunca disfruté tanto de cada momento como ahora.

Ahora se que no soy la princesa del cuento de hadas y que no necesito que me venga a salvar un príncipe azul en su caballo blanco, por que ni soy una princesa, ni vivo en una torre, ni tengo a un dragón que me esté custodiando.

Hoy me reconozco mujer, capaz de amar. Se que puedo dar sin pedir, pero también se que no tengo que hacer nada, ni dar nada que no me haga sentir bien.

Por fin encontré, hasta ahora, al ser humano que sencillamente soy, con sus miserias y sus grandezas.

Descubrí que puedo permitirme el lujo de no ser perfecta, de estar llena de defectos, de tener debilidades, y de equivocarme, de no responder a las expectativas de los demás y hasta hacer algunas cosas indebidas. Y a pesar de ello, sentirme bien.


Y por si fuera poco, saberme querida por muchas personas que me respetan y me quieren por lo que soy, si,… así un poco loca, mandona y muchas veces terca. También cariñosa, platicadora, besadora, abrasadora y a veces por algún motivo, triste, por que también tengo mis momentos tristes, esos en que pongo mi cara larga con un aire de pensante y me da por llorar.


Cuando me miro al espejo ya no busco a la que fui en el pasado,... sonrío a la que soy hoy,... me alegro del camino andado, y asumo mis errores.


¡Qué bien no sentir ese desosiego permanente que produce correr tras los sueños! ¡Que bien! Ya aprendí a tener paciencia. El ser humano tarda mucho en madurar,… ¿verdad?


Hoy sé, por ejemplo, que no puedo retener el mar, aunque cuando estoy “con él”, quisiera nunca tener que dejarlo.


Hoy sólo lo contemplo, me lleno “de él”. Y cuando llega el momento de partir, me despido diciéndole. ¡Hasta pronto


También hoy sé que mis amigos y amigas son peregrinos del mismo camino, y que en cualquier momento nos encontramos y nos queremos.


Hoy sé que nadie es responsable de mi felicidad, sólo yo!!!


Hoy sé que el viento extiende sus brazos cuando camino por la calle. Y que sólo depende de mí sentirlo.


Hoy sé que la vida es bella……. Porque la he visto partir ya muchas veces.


Hoy vivo la vida así como es, bonita con sus ires y venires, con sus amores y desamores, con sus ratos de marea baja, con sus puestas de sol, con su ruido incesante. Sólo quiero dejarla correr. No quiero pedirle nada. Sólo quiero tener lo que yo me busque, sólo quiero lo que yo merezca.


Hoy me doy cuenta que no soy una mujer invisible.


Hoy recibí este mensaje de una amiga, me gustó tanto que acá en MI MUNDO lo comparto con los que mas quiero....



posted by Y@ny at 3:41 p. m.

3 Comments:

waaaa primi lo leí y lo enkontre tan precioso!!! Cada línea ke leía me hacía pensar en uté jejeje :)

Realmente hermosas las palabras :)

Le dejo hartos besitos y aprovecho de decirle ke pase lo ke pase, yo voy a tar ahí apoyándola para ke no se me ponga tan triste ya?

La kiero muuuuucho ♥

Gigi

21/3/08 16:01  

Uhmmm, y yo que pensé qué eras tú...

Iba a comenzar con un "bienvenida a la vida", y ya terminando, estaba pensando en "enséñame a vivir..."

Ahora digo: Buen plagio...

Malas noches,
mañana nos hablamos...
o lo más probable, es que nos veamos...
Chau (te espero un rato)

21/3/08 22:39  

¿Quiénes son esos "algunos" que dicen cosas tan tontas como que un ser después de los cuarenta se hace invisible, que su protagonismo en la escena de la vida declina, y que se vuelve inexistentes para un mundo en el que sólo cabe el ímpetu de los años jóvenes?

¡Qué bueno que mi abuela con sus 95 nunca los escuchó y sigue siendo aún hoy la protagonista -inigualable por cierto- de su propia vida aún cuando haya dejado de esperar al principe azul, tal vez porque lo encontró -repetidamente- a lo largo de sus primeros ochenta años.

Está muy bueno todo lo que aprendiste y es verdad.

Pero no creas tanto en lo que dicen las personas que se sientan sobre la desesperanza de la vida y dan por terminado antes de tiempo cualquier sueño que las trasciende.

De esa gente: DESCONFIA.

Por cierto, me tengo que ir porque vinieron mi Principe y mi Dragón, he conseguido que ambos me amen por igual sin dejar de ser princesa.... Claro que aún no tengo 40. Tal vez por eso... :-)

22/3/08 12:25  

Publicar un comentario

<< Home